
LA HERBOLARIA
DE KATA
natural
KA: campo energético, fuerza vital
TA: ir a lo profundo, activar, materializar
KATA: energía vital hecha forma

LA HERBOLARIA DE KATA
"Permite que la magia, el amoroso poder sanador de la naturaleza y la energía de las plantas medicinales, entre en ti a través de todos tus sentidos y nutra tu ser.
Un regalo para el cuerpo, mente ,corazón alma y espíritu."

"Dolor de corazón....
Si sobre abundaran humores nocivos en las vísceras y en el bazo del hombre, mandarán mucho sufrimiento al corazón por bilis negra. Tome galanga y la misma cantidad de pelitre y la cuarta parte de uno de ellos de pimienta blanca o de ajedrea, si no tuviera pimienta blanca, pero cuatro veces la cantidad de pimienta blanca, y redúzcalo a polvo. Tome luego harina de haba y añádala a la molienda anterior y todo esto mézclelo con jugo de alholva sin agua, vino ni líquido alguno. Hecho esto, prepare con ello tortitas y póngalas a secar al calor del sol; hágalas en verano para poder tener sol y así tenerlas listos en invierno. Después coma tortitas tanto en la comida como en ayunas.
Pues el calor de la galanga, del pelitre, de la pimienta blanca o de la ajedrea, y el calor del haba templado con el frío de la alholva, puestos al saludable calor del sol como se ha dicho, mitigan el dolor de corazón. Después recoja regaliz y cinco veces más de hinojo, y la misma cantidad de azúcar que de regaliz y un poco de miel y con esto elabore una poció, y bébalo contra el dolor de corazón tanto en ayunas como en la comida.
Pues el calor del regaliz, el hinojo y el del azúcar con el calor de la miel, todo en su proporción, quitan el livor que provoca tal dolor de corazón, como se ha explicado.
Toma entonces pimienta blanca y la tercera parte de comino, y de alholva la mitad de lo que pese el comino y pulverizalo todo y antes que sientas malestar de corazón o cuando acabe de comenzar el dolor, come un poco de esa molienda con un poco de pan, ya sea en ayunas o en la comida."
consejos del libro: Causas y remedios de las enfermedades
Hildegar Von Bingen, Siglo XII



